El histórico líder de los jornaleros andaluces, Juan Manuel Sánchez Gordillo, ha logrado desestabilizar a la sección sevillana de IU. A falta de semanas para las elecciones autonómicas, el dirigente de CUT-BAI ha querido echar un pulso al PCA; aprovechando, para ello, su tirón mediático. El alcalde de Marinaleda desea encabezar la lista por dicha provincia. Un puesto al que también aspiran los comunistas hispalenses.
Puesto que será difícil que IU logre un segundo diputado por Sevilla, el líder del SOC no parece dispuesto a concurrir como número 2 y quedarse fuera de la Cámara regional. En base a esto, arrancó un tira y afloja al que deberá poner fin la comisión de listas; valorando los pros y los contras de cada posición. Y sabe Sánchez Gordillo que sus ‘enemigos’ no cuentan con una cara tan conocida en sus filas, con un nombre que asegure tantos votos entre el electorado de izquierdas de la zona rural de la provincia.
Así que la apuesta del dirigente del Sindicato de Obreros del Campo alcanza el grado de órdago. Ya anunció que está dispuesto a renunciar a la Alcaldía de Marinaleda si accede al Parlamento –cumpliendo así la ley aprobada por PSOE e IU en el último mandato y que declara incompatible ambos cargos-. Además, su jugada no tiene marcha atrás; puesto que afirmó que su partido abandonará la coalición de no liderar la lista.
Por tanto, anda IU en una complicada disyuntiva. Los dirigentes provinciales de la formación tendrán que decidir: o se someten a las exigencias de Sánchez Gordillo, considerado por algunos miembros de la coalición como un líder ya desfasado; o, por el contrario, afrontan la recta final de la carrera hacia el 25-M sin una de sus caras más televisivas. Y a todo esto, el PSOE se entromete y advierte que el dirigente del SOC puede sembrar en Andalucía la semilla de Extremadura.
Puesto que será difícil que IU logre un segundo diputado por Sevilla, el líder del SOC no parece dispuesto a concurrir como número 2 y quedarse fuera de la Cámara regional. En base a esto, arrancó un tira y afloja al que deberá poner fin la comisión de listas; valorando los pros y los contras de cada posición. Y sabe Sánchez Gordillo que sus ‘enemigos’ no cuentan con una cara tan conocida en sus filas, con un nombre que asegure tantos votos entre el electorado de izquierdas de la zona rural de la provincia.
Así que la apuesta del dirigente del Sindicato de Obreros del Campo alcanza el grado de órdago. Ya anunció que está dispuesto a renunciar a la Alcaldía de Marinaleda si accede al Parlamento –cumpliendo así la ley aprobada por PSOE e IU en el último mandato y que declara incompatible ambos cargos-. Además, su jugada no tiene marcha atrás; puesto que afirmó que su partido abandonará la coalición de no liderar la lista.
Por tanto, anda IU en una complicada disyuntiva. Los dirigentes provinciales de la formación tendrán que decidir: o se someten a las exigencias de Sánchez Gordillo, considerado por algunos miembros de la coalición como un líder ya desfasado; o, por el contrario, afrontan la recta final de la carrera hacia el 25-M sin una de sus caras más televisivas. Y a todo esto, el PSOE se entromete y advierte que el dirigente del SOC puede sembrar en Andalucía la semilla de Extremadura.
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