sábado, 19 de octubre de 2013

Estampas madrileñas (V)


Blog Revisión Interior: La historia de la Cafetería Zahara, en Gran Vía 31.

Estampas anteriores:
- Estampa IV: No hay 'huebos': "El verdadero valor no es llamar a la muerte, sino luchar contra el infortunio" ¿No hay 'huebos?"
- Estampa III. La Giralda: "En la plaza de toros de Las Ventas, hoy vendían Sevilla"
- Estampa II. Smoke on the waters: "Tuvimos que encontrar otro lugar, pero el tiempo suizo se está acabando. Parecía que perderíamos la carrera".
- Estampa I: Talleres Ribercar: "En el centro de Madrid aún quedan talleres. Aún quedan grafitis. Aún queda vida. Aunque sea sábado y agosto".

jueves, 17 de octubre de 2013

La ONU le chupa los pezones a Falete por la noche

El humor y Twitter casan bien. La red social, un verdadero patio de vecinos, se ha convertido en un idóneo punto de encuentro de chascarrillos y bromas. La ironía y el esperpento se dan cita a diario en esta plataforma web. Pero, evidentemente, también implica sus riesgos. Por ejemplo, de la captura de pantalla de abajo [ver tercer y cuarto tuit de la imagen] se deduce que Naciones Unidas "...le chupa los pezones a Falete todas las noches". ¡Vaya contratiempo! Cosas de internet, cosas del humor, cosas de Twitter.



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martes, 15 de octubre de 2013

Cuando se cruza el umbral del desahuciado

- ¿Cuánto debe usted de hipoteca?
- Nada. No tengo. Me metí en esta vivienda con mi familia porque los vecinos me dijeron que llevaba ocho años vacía.
- Entonces, ¿son ustedes okupas?
- ...Sí

Tres golpes en la puerta, toc-toc-toc, a modo de contraseña. El sonido metálico resuena en las escaleras del número 15 de la calle Doctor Tolosa Latour. Quien ejerce de guía al periodista ha subido andando. Emigrante, treintañero, gafas de sol y mochila, pelo y tez morena. Se enfunda una camiseta verde, desgastada, donde todavía puede leerse con grandes letras blancas Stop Desahucios. Él prefiere no decir su nombre. Y suena una voz al otro lado, tras ese portón metálico sin picaporte. "¿Quién es?", pregunta. "Soy yo. Vengo con un reportero", responde. Y se oyen ruidos de candados y cadenas. Y un deslizar pesado. Y aparecen dos rostros. "¿De qué medio? Que se identifique. No nos fiamos ya", sentencian (y se justifican).

Abajo, la luz se cuela por los enormes ventanales de un portal iluminadísimo. Allí, cuando brilla el sol, no hacen falta bombillas. Más de medio centenar de personas se aposta ante el edificio. Pancarta en mano, aseguran que se lo pondrán difícil a la policía. Eso sí, añaden, siempre de forma pacífica. Así que cuando un coche de los Locales se detiene en la carretera situada a veinte metros; cuando dos agentes se bajan de la patrullera y se quedan mirándoles; entonces, el grupo no se arruga, y anda hacia ellos, en bandada, gritando consignas. "Asesinos" o "¿Dónde está vuestro número de placa?", se escucha. Y cuando llegan a la acera se detienen, como si existiese una valla invisible que les impidiese continuar, y prosiguen con sus proclamas. Hasta que los policías regresan a su vehículo y se marchan. Primera batalla ganada.

- ¿Han venido ya los de la comisión judicial?
- No, el desahucio es a la una.
- El otro, el de las siete de la mañana, lo habéis parado, ¿no?
- Sí. Escribe que nos han pegado.

Dos plantas más arriba, en el segundo, el rellano se encuentra blindado. Nadie atravesará el umbral sin justificar por qué quiere pasar. Nadie entrará en una habitación repleta de gente; en un salón con suelo de parqué, donde solo se observa un televisor, una mesa y media decena de sillas blancas; donde se aglutinan más de veinte personas, donde se acumulan herramientas junto a la puerta; donde fotógrafos y periodistas freelance ya han ocupado su sitio. Al fondo, tras preguntar por Perla, de 25 años, el camino se abre hasta una ventana. "Me veo en la calle con mis dos niños. Supuestamente, estas viviendas son para las personas, no para que estén vacías", comenta. Y por la ventana se cuelan gritos que llegan de la calle, gritos de apoyo de los concentrados en este barrio de San Fermín, al sur de Madrid. Segunda batalla ganada.



Nerviosa, cuenta los minutos para que llegue la comisión judicial. Angustiada, relata parte de su historia: madre de dos niños, de 8 meses y 6 años, con un marido enfermo de Crohn, ambos en paro, solo perciben la renta mínima. Antes de ocupar este piso, vivían en casa de su suegra: "Allí estábamos quince personas. Los niños cada dos por tres se ponían enfermos; porque, como no teníamos sitio, tenían que dormir en colchones en el suelo". Con las manos en el rostro, se vuelve a preguntar "¿para qué quieren esta vivienda vacía?", y aguanta las lágrimas. Perla deja escapar sollozos.

Llega la comisión judicial. El reloj acaba de marcar la una de la tarde. Y el calendario se para en el día 20 de septiembre. Le dan un respiro a Perla. Le ofrecen un descanso. De 25 días. Tercera batalla ganada. Volverán el 15 de octubre. Para lo mismo, para desahuciar a Perla y a su familia, para echarlos de una vivienda vacía de la EMVS que ocuparon hace nueve meses.

- ¿Por qué okuparon?
-  La única alternativa que tienen es la okupación, que es totalmente legítima. Estos pisos llevan vacíos ocho años.
- ...
- Es lo único que pueden hacer para tener una alternativa digna de vivienda. 

Epílogo: Hoy, martes 15 de octubre, la comisión judicial ha ejecutado el desahucio. Perla (#PerlaSeQueda) y su familia han tenido que dejar su hogar. Guerra perdida.

lunes, 14 de octubre de 2013

Estampas madrileñas (IV)



Estampas anteriores:
- Estampa III. La Giralda: "En la plaza de toros de Las Ventas, hoy vendían Sevilla"
- Estampa II. Smoke on the waters: "Tuvimos que encontrar otro lugar, pero el tiempo suizo se está acabando. Parecía que perderíamos la carrera".
- Estampa I: Talleres Ribercar: "En el centro de Madrid aún quedan talleres. Aún quedan grafitis. Aún queda vida. Aunque sea sábado y agosto".

domingo, 13 de octubre de 2013

El 'sabor' de la bienal gráfica más antigua


"Representan la tentación del consumismo. ¿A quién no le gusta el chocolate? ¿Quién puede resistirse a comerlo?", explica la guía de la sala Calcografía de la Academia de Bellas Artes de San Fernando. Señala con un dedo a tres tabletas de cacao incluidas en la exposición +386 Impresiones, que forma parte de la programación oficial de la trigésima edición de la Bienal de Arte Gráfico de Liubliana (Eslovenia), la más antigua del mundo en este área artística. Frente a las tres tabletas, dos de chocolate negro y otra de blanco, se aposta una veinteañera. "¿Qué significarán esos numeritos?", le pregunta a su madre. Entonces se acerca la guía: "En cada onza viene escrita la esperanza de vida, por franja de edad, de hombres y mujeres. Hace referencia a nuestros vicios, a esos vicios que acaban con nosotros". 

Esta obra, de la artista Marija Mojca Pungerčar (Novo Mesto, 1964), permanecerá expuesta hasta el próximo 17 de noviembre. Junto a ella, otras 17. "Las piezas, todas de jóvenes eslovenos, reflexionan sobre la identidad y la intimidad, la ecología y la desigualdad social. Y hasta sobre la dictadura de los medios", afirma Nevenka Šivavec, directora del MGLC (Centro Internacional de Artes Gráficas de Liubliana).

La muestra, con el grafismo como punto de partida, medita también sobre los límites de dicha disciplina artística. "Estos artistas representan la inquietud vanguardista de dilatar los márgenes de la actual comunicación gráfica", apunta Juan Bordes, académico de la Calcografía Nacional. Una idea que comprueba el visitante. Porque su recorrido arranca junto a un globo terráqueo —similar al que utilizan los escolares—, fabricado por Sašo Sedlaček. Al público le llegan pequeñas ráfagas de aire caliente desde el interior de esa Tierra. Un tubo introduce el gas en la esfera, pero este encuentra una vía de escape en los agujeros hechos en las ciudades del planeta donde más se contribuye al calentamiento global.


Un experimento sensorial que ha aterrizado en Madrid gracias al centro MGLC y la asociación Hablarenarte, que cerraron en 2009 un acuerdo para que España participara en la Bienal de Liubliana, con 60 años de antigüedad. Los dos colectivos decidieron que la capital eslovena y española acogieran sendas exposiciones con obras de artistas del otro país.

Una mujer asiática se enfunda unos guantes blancos. "Son obligatorios para utilizar esta obra", reza un pequeño cartel colocado junto a un libro de medio metro de altura, elaborado por Petra Varl. La turista pasa las páginas. Y en ellas se suceden los perfiles desnudos de mujeres. 

Mientras tanto, José, de 26 años, pasea bajo History Curtain, compuesta por tres lienzos —instalados como una marquesina de tela que forma un pasillo por el que anda el visitante—, obra de Svetlana Jakimovska. "Las escenas y los grabados de animales, similares a las de las cuevas prehistóricas, conducen al espectador hacia sus orígenes", destaca la guía. Coge una de las piedras de barro colocadas a los pies de la instalación artística. La mira y concluye: "Porque, al final, solo somos tierra".

Escrito para la E. P. El País

[Otras exposiciones: Los distintos "no lugares" de Pilar Rubiales]

domingo, 6 de octubre de 2013

Estampas madrileñas (III)

Estampas anteriores:
- Estampa II. Smoke on the waters: "Tuvimos que encontrar otro lugar, pero el tiempo suizo se está acabando. Parecía que perderíamos la carrera".
- Estampa I: Talleres Ribercar: "En el centro de Madrid aún quedan talleres. Aún quedan grafitis. Aún queda vida. Aunque sea sábado y agosto".

Tony Soprano alza el vuelo

El lío de Tony Soprano comienza el día en que una familia de cinco patos se pelea en su piscina. Se pelea y se marcha de allí para siempre. Para no volver. Sin previo aviso. Le dicen a Tony aquello de “ahí te quedas chaval” y emprenden el vuelo para no regresar. Es entonces, justo en ese momento de aleteo hacia el cielo, cuando el líder de Los Soprano sufre un ataque de ansiedad. Quizás, síntoma de alguna metáfora interiorizada en demasía. Ya saben, eso del abandono, del síndrome del nido vacío, de una infancia sin cariño. Quién sabe. Pero, claro, él no es un cualquiera. Y como no está muy bien visto que el jefe de la mafia de New Jersey no sepa controlar sus nervios, este gordinflón italo-americano acude a escondidas a una psiquiatra para que rebusque en su alma y purgue sus penas. Así que, nada más arrancar el primer capítulo de la serie de televisión más aclamada de la historia, tenemos a un capo enfrentado a un butacón, a su pasado y a su conciencia. 



Él es Tony Soprano. Y él fue James Gandolfini, actor que falleció el pasado 19 de junio de un ataque al corazón. Murió en Roma. En la ciudad eterna. Como él, que perdurará siempre gracias a ese melancólico mafioso al que dio vida durante nueve intensos años. De él -de Tony- recordaremos como se levanta cada mañana, agarra su bata blanca del baño y sale a recoger el periódico al porche de su típico adosado de la clase alta americana. Como si nada. Como si la noche anterior no hubiese disparado una pistola automática, no hubiese engañado a su mujer con varias amantes o no hubiese mandado a algún “amigo” a dormir junto a los peces. 

Tony es -porque su personaje sigue vivo- un tipo de andares lentos y trastabillados; de cabeza gacha y ojos hundidos; de mirada profunda, dirigida siempre de abajo a arriba. Es un hombre corpulento, que te embauca con una simpatía desafiante; que consigue que comprendas momentáneamente por qué lleva un negocio tan sucio: de drogas, armas y putas. “Mi padre estaba en ello, mi tío estaba en ello, mis amigos estaban en ello. Tal vez fuera demasiado vago como para hacer otra cosa”, relata en un capítulo. 

Y lo entiendes. Dejas de lado tus planteamientos morales y éticos. Te dices que, tal vez, tú hubieras hecho lo mismo, que no se puede pelear contra el destino y que el camino está marcado. Y el relativismo se apodera del espectador hasta que una bala rompe el encanto, derrama sangre por el suelo y te devuelve a la cruda realidad. Cuando estamos a punto de conectar emocionalmente con el personaje, a punto de compadecerle; Tony nos muestra su verdadera, despiadada y monstruosa personalidad. Nos estruja las entrañas y nos advierte de su crueldad. Nos avisa. Nos dice que vive en una guerra, que coquetea con la muerte; que negocia con las cartas marcadas porque, si él no las tuviera señaladas, entonces sería su funeral el que celebrarían al día siguiente.



A lo largo de 86 capítulos lo conocemos profesionalmente y personalmente. Escuchamos sus discursos en las comidas familiares, lo vemos discutir con su mujer -la sufrida Carmela- y abroncar a sus hijos adolescentes. Lo observamos como padre, como marido, como hijo y hermano. Y lo entendemos porque, en todo ello, es igual a cualquier otro. En esas pugnas y peleas no existen atajos. Y Tony sufre la cotidianidad, la  monotonía, la incomprensión e, incluso, la falta de cariño. Como cualquier otro. 

Pero, aunque parezca un enmendado hombre de familia, a Tony Soprano le mueve la ambición. Y lo cuenta mientras se rodea de strippers en el Bada Bing!, el club que regenta junto a sus compinches y que les sirve de tapadera. “¿Te acuerdas de la historia que me contaste sobre el padre toro hablando con su hijo? Desde lo alto de una colina miran a un grupo de vacas y el hijo mira al padre y le dice: '¿Por qué no bajamos corriendo y nos follamos a una?'. ¿Te acuerdas de lo que el padre contesta? El padre contesta: '¿Por qué no bajamos andando y nos las follamos a todas?”. Y eso hace Tony Soprano. Quedarse con todo. 

Y Gandolfini -o Tony- se sienta en aquel sillón del psiquiatra cuando no le queda otra, cuando lucha ya contra su propia existencia, cuando pelea en una batalla perdida de antemano, donde no existen héroes, donde sólo quedan los miedos y los anhelos. Gandolfini -o Tony, o cualquier persona en algún momento- se sienta allí cuando sabe que el final (la muerte) no puede cambiarse. Y la vida, desgraciadamente, ya tampoco. 

Escrito para la revista Nuestro Ambiente

miércoles, 2 de octubre de 2013

Joder. Suena 'Baby Blue' y te marchas

Joder. Suena Baby blue y te marchas. Te vas con esa sonrisa lela, con esas gafas de pasta y ese pelo ensortijado. Te piras y nos dejas aquí a nosotros. Solos. Abandonados. Llorando por tu huida; gritando por tu despedida; nerviosos por tu adiós. Y me pregunto lo mismo que Badfinger: "¿Qué puedo hacer? ¿Qué puedo decir?". Y no encuentro respuesta. Y es que me jode mucho que nos dejes con esa mirada bobalicona, tirado en el suelo, con una mano en el pecho y la mente ya muy lejos de acá. Porque ya no habrá noches de clausura en una caravana, ni dominará el sol el endemoniado desierto de Albuquerque. Ya no. Te fuiste Walter White. Ya no estás. "Guess that's all I have to say". Supongo que era todo lo que tenía que decir. Gracias Breaking Bad.

Armada: "Los periódicos nos hemos suicidado"



Vídeo de IPECC

martes, 1 de octubre de 2013

Barajas sufre el 'sorpasso' de Roma

Continúa la caída en picado de Barajas. Las operaciones del aeropuerto disminuyeron en agosto un 10,8% con respecto al mismo mes de 2012, hasta los 463 vuelos diarios, según los datos del último informe de Eurocontrol, gestor europeo de control aéreo. Un retroceso que incide en la prolongada pérdida de relevancia de la instalación madrileña en el Viejo Continente, que acumula ya 23 meses consecutivos de descensos. Y que, además, relega al complejo español a la octava posición del ranking de aeropuertos europeos, tras haber sido adelantado por Fiumicino (Roma) en agosto. Hace solo veinte meses, Barajas ocupaba el cuarto puesto.

En este tiempo, además del aeropuerto italiano, también lo sobrepasaron los aeródromos de Múnich, Amsterdam y Estambul (Atatürk). Y sus inmediatos perseguidores se encuentran cada vez más cerca: El Prat de Barcelona se sitúa ya a solo 19 operaciones diarias y Gatwick (Londres) a 47. Dos cifras que contrastan radicalmente con las de agosto de 2012, cuando la diferencia era de 64 y 115, respectivamente.


Este desplome responde principalmente al proceso de reestructuración de Iberia, iniciado tras su fusión con British Airways para crear IAG. La compañía, que contaba con la instalación madrileña como base principal de operaciones, comenzó entonces un plan de reorganización de su red aérea. “Hemos suprimido las rutas deficitarias que carecían de carácter estratégico y perspectivas de futuro”, explican desde la aerolínea española. Una política que le ha supuesto pasar de los 348 vuelos diarios de mayo de 2011 a los 207 de agosto de 2013 (-41%).

“Ha transferido una parte sustancial de su tráfico a Iberia Express y Vueling como parte de la estrategia de IAG”, explicó Eurocontrol en su informe de junio. Algo que niegan desde Iberia, aunque la empresa adelanta que seguirá acumulando datos negativos en los informes del gestor aéreo: "Hasta abril o mayo de 2014 continuará esta tendencia, ya que se trata de una comparativa con el mismo mes del año anterior".

Y, si el número de operaciones por jornada de Iberia sigue cayendo, también lo hará el de Barajas. Una instalación que lleva cuatro meses seguidos siendo el gran aeropuerto europeo que más vuelos diarios pierde: agosto (-10,8%), julio (-10,5%), junio (-13,5%) y mayo (-12,2%). Retrocesos en los que también influyó el hundimiento de las low cost en Madrid, que trajeron un 20% menos de viajeros en junio y julio, según el Instituto de Estudios Turísticos (IET).

Los efectos del radical desplome de Barajas —que perdió en agosto medio millón de viajeros, cayendo hasta los 3,8 millones— se traducen también en menos ingresos para el sector turístico, puesto que el aeródromo se presenta actualmente como la principal vía de entrada de visitantes a la región. De hecho, el gasto de los viajeros extranjeros disminuyó hasta los 383 millones de euros el pasado mes, un 14,1% menos que el registrado en el mismo periodo del año anterior, según un informe publicado ayer por el IET.

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