El mundo está lleno de metáforas. Sólo hace falta buscarlas. Desde luego, éstas rebosan en Cádiz. Por ejemplo, la Bruja Piti no arderá en la Tacita de Plata el próximo domingo, como estaba previsto. Un incendio acabó hoy con esa figura, cuya quema iba a suponer el colofón al carnaval gaditano. Algo similar le ocurre al PSOE-A y al PP-A. Aunque aún no arrancó oficialmente la campaña electoral, sus dirigentes andan ya churreteados de carboncillo. Es lo que tiene la política, que quema mucho. ¡Y más en estos tiempos!
Eso sí, nada tiene que ver el hollín de los socialistas con el de los populares. Griñán y sus discípulos afrontan en 25-M con un fuego progagándose en sus propias entrañas; con unas filas divididas y con unos soldados pegándose cañonazos unos a otros. Arden las siglas del PSOE-A y, por ahora, nadie pudo ponerle remedio. Es cierto que el tiempo parece haber aminorado la intensidad de las llamas; que empieza a quedar ya lejos ese 38 Congreso Federal; esa derrota moral del presidente de la Junta; esa dimisión de Viera; esa salida y entrada de dirigentes políticos en las listas provinciales; ese suicidio absurdo al que se sometió la formación durante un par de semanas.
Los socialistas intentan calmar los ánimos y las aguas; retomar fuerzas y aspirar con intensidad. Saben, muchos lo reconocen en privado, que la batalla de las urnas está perdida; que el PP ganará los comicios. Eso sí, la guerra no acaba ahí. La mayoría absoluta no se encuentra asegurada. El juego no se ha decidido. Y, como decía al principio, las siglas populares también empiezan a ennegrecerse a causa de las medidas del Gobierno de Rajoy. El juego se pone interesante.
P. D.: Mañana podréis leer la segunda parte, centrada en el PP y en cómo podrían influir las iniciativas del Ejecutivo en las autonómicas. Arenas ya ha hecho ver a Madrid que el 25-M se juegan mucho y que echen un poco el freno.
Los socialistas intentan calmar los ánimos y las aguas; retomar fuerzas y aspirar con intensidad. Saben, muchos lo reconocen en privado, que la batalla de las urnas está perdida; que el PP ganará los comicios. Eso sí, la guerra no acaba ahí. La mayoría absoluta no se encuentra asegurada. El juego no se ha decidido. Y, como decía al principio, las siglas populares también empiezan a ennegrecerse a causa de las medidas del Gobierno de Rajoy. El juego se pone interesante.
P. D.: Mañana podréis leer la segunda parte, centrada en el PP y en cómo podrían influir las iniciativas del Ejecutivo en las autonómicas. Arenas ya ha hecho ver a Madrid que el 25-M se juegan mucho y que echen un poco el freno.
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