Con motivo de la publicación del vídeo Las mentiras de Griñán por parte del PP, el que escribe afirmaba el pasado 30 de enero que el enfrentamiento político entre populares y socialistas alcanzaría un grado desorbitado en esta carrera hacia San Telmo. Literalmente, me pronuncié de la siguiente forma: "No se extrañen si, de aquí en adelante, se escuchan insultos y acusaciones gravísimas sin pruebas". Pues bien, los primeros insultos ya hicieron aparición en esta pugna electoral.
Y, aunque no iban dirigidos a miembros de ninguna de las formaciones políticas, demuestran la enorme crispación existente en el panorama político andaluz. El pleno de la Diputación de Sevilla se convirtió hoy en el escenario elegido para la representación de una obra chabacana y desconsiderada con la propia ciudadanía. En pleno apogeo del caso de los ERE, sorprendió mucho que el presidente del organismo provincial, Fernando Rodríguez Villalobos (PSOE), calificara de "putero y drogadicto" a Francisco Javier Guerrero. Es decir, que insultara al ex director general de Trabajo de la Junta, vinculado al propio PSOE-A y pieza clave en la investigación de la jueza Ayala.
Unas declaraciones de Rodríguez que respondían a una moción presentada por los populares, donde acusaban al presidente de la Diputación de "amparar a implicados en la trama". Rodríguez no se calló: "La Diputación no tiene nada que ver con el caso. El PP da credibilidad al chorizo, putero y drogadicto de Francisco Javier Guerrero".
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