sábado, 25 de febrero de 2012

Arde la Bruja Piti, también lo hace el PSOE y PP (II)


Sobre el PP empieza también a emplazarse una cierta capa de hollín, resultado de ese rápido proceso de quema al que se somete el partido que gobierna en época de crisis económica. Las medidas emprendidas por el Ejecutivo central tuvieron ya alguna respuesta en la calle. El abaratamiento del despido y la subida de impuestos -dos iniciativas que los populares negaron que adoptarían, cuando el actual presidente encabezaba la oposición- sembraron la duda entre parte del electorado que apoyó a Mariano Rajoy a finales de noviembre.

El PP ha perdido cierta intención de voto desde su llegada a la Moncloa, tal y como reflejan distintas encuestas publicadas en este último mes. Una coyuntura que, de cara a los comicios andaluces, no se ve con buenos ojos desde Sevilla; donde Arenas encabeza la formación y desde donde se pretende lograr, finalmente, el asalto al Palacio de San Telmo. El objetivo real y único de los populares pasa por acceder a la Presidencia de la Junta. Evidentemente, ganar las elecciones supone un paso importante; pero no suficiente.

La nueva relación de fuerzas que dejará el 25-M resultará determinante, de cara a posibles pactos de Gobierno. De ahí que Arenas pudiera instar a Madrid –según se comentó en varios medios de comunicación- a frenarse en la medida de lo posible. Cualquier escaño podría convertirse en el definitivo; ya sea para alcanzar esa mayoría absoluta, para abrir las puertas a un acuerdo con UPyD (si PSOE e IU sumaran más diputados que el PP) o la abstención de la formación magenta (si el pacto de izquierdas no superara en número al total de representantes camerales populares). Unas opciones que, incluso, podrían adoptar un cariz diferente de acceder el PA a la Cámara, aunque sólo sea con un parlamentario

De ahí que este juego electoral haya adquirido unos tintes tan interesantes. En primer lugar, porque el Gobierno de Madrid no puede retrasar muchas de sus decisiones hasta que pase la cita del 25-M. En segundo lugar, por la caída de intención de voto de los populares a nivel nacional; que podría arrastrar a la facción andaluza y desequilibrar ese éxito señalado en las encuestas hasta ahora. Y, por último, en tercer lugar, porque esta relación de Génova con el PP-A provoca tensiones internas, dentro de ese equilibrio de poder que ostentan los diferentes barones regionales.

P. D.: Antecedente, Arde la Bruja Piti, también lo hace el PSOE y PP (I)

No hay comentarios:

Publicar un comentario