La cita electoral del 22 de mayo tuvo consecuencias inmediatas en los equilibrios de poder gaditanos. La balanza varió en dos ámbitos. Primero: el efecto de los comicios se observó en la composición de las instituciones provinciales, donde se registró un importante cambio de siglas. Segundo: las secuelas del escrutinio final también se apreció en la variación del peso y relevancia de las agrupaciones locales dentro de las propias formaciones políticas a las que pertenecen.
Las urnas depararon un auge de aquellos líderes que arrasaron en las urnas. Así, por ejemplo, la importancia de José Ignacio Landaluce (PP), ahora primer edil de Algeciras, se multiplicó a la enésima potencia ese día. Él encabezó a los populares en su desembarco en el Consistorio de la tercera ciudad más importante de Cádiz –donde nunca antes habían ganado unas elecciones-. Desde entonces, su protagonismo aumentó a pasos agigantados. De hecho, repitió como candidato al Congreso y, tras volver a conseguir su escaño, el PP algecireño ganó enteros a nivel provincial y regional.
Eso sí, mientras esta agrupación popular lograba dar un paso adelante; sus principales oponentes, los socialistas, perdían posiciones en esa batalla interna que se lidia en todas las formaciones. El PSOE de Algeciras pasó de 13 a 6 concejales el 22 de mayo; y, además, perdió la Alcaldía. A todo ello le acompañó –y todavía lo hace- una batalla fratricida entre varias facciones locales; y el crecimiento paralelo de los socialistas de San Roque y La Línea (los otros dos municipios más importantes del Campo de Gibraltar).
Por ello, resulta todo un éxito que el PSOE algecireño haya conseguido que una de sus integrantes concurra a las autonómicas como número 2 en la lista por Cádiz. Rocío Arrabal jugará el papel de fiel escudero de Luis Pizarro y, de cara al futuro, gana protagonismo a nivel local. Así me lo explicaba Diego Sánchez Rull, portavoz de los socialistas algecireños:
“Es un paso importantísimo para la reconstrucción del partido en Algeciras. Un partido que ha pasado de 13 concejales a 6; que ha perdido un diputado en Madrid; y que se ha visto mermado por toda la situación electoral que hemos vivido. Éste necesita de una voz cualificada en el Parlamento de Andalucía. E ir de número 2, acompañando a Luis Pizarro; es un éxito importantísimo para nuestra agrupación. Y va a ser un punto de partida importante para las elecciones de 2015, que es nuestro objetivo número uno”, afirmaba Rull.
Eso sí, mientras esta agrupación popular lograba dar un paso adelante; sus principales oponentes, los socialistas, perdían posiciones en esa batalla interna que se lidia en todas las formaciones. El PSOE de Algeciras pasó de 13 a 6 concejales el 22 de mayo; y, además, perdió la Alcaldía. A todo ello le acompañó –y todavía lo hace- una batalla fratricida entre varias facciones locales; y el crecimiento paralelo de los socialistas de San Roque y La Línea (los otros dos municipios más importantes del Campo de Gibraltar).
Por ello, resulta todo un éxito que el PSOE algecireño haya conseguido que una de sus integrantes concurra a las autonómicas como número 2 en la lista por Cádiz. Rocío Arrabal jugará el papel de fiel escudero de Luis Pizarro y, de cara al futuro, gana protagonismo a nivel local. Así me lo explicaba Diego Sánchez Rull, portavoz de los socialistas algecireños:
“Es un paso importantísimo para la reconstrucción del partido en Algeciras. Un partido que ha pasado de 13 concejales a 6; que ha perdido un diputado en Madrid; y que se ha visto mermado por toda la situación electoral que hemos vivido. Éste necesita de una voz cualificada en el Parlamento de Andalucía. E ir de número 2, acompañando a Luis Pizarro; es un éxito importantísimo para nuestra agrupación. Y va a ser un punto de partida importante para las elecciones de 2015, que es nuestro objetivo número uno”, afirmaba Rull.
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