La huelga de controladores acarreará importantes consecuencias para España y su economía -sobre todo para el sector turístico-. A la cada vez más baja confianza de los mercados, hay que sumarle desde el pasado fin de semana las nuevas reticencias de los viajeros a trasladarse hasta nuestro país. Los aeropuertos abarrotados de maletas, los turistas durmiendo en las cintas transportadores y el caos generalizado protagonizaron las homes y portadas de buena parte de los medios de comunicación internacionales. Evidentemente, un grave varapalo para la imagen de España.
Así, por ejemplo, lo contaba Le Monde: "El tráfico aéreo se encuentra paralizado desde el viernes por la tarde, por una huelga salvaje de los controladores aéreos, con un tráfico casi nulo en los aeropuertos del país". Por su parte, el belga Le Soir apuntaba lo siguiente: "La huelga espontánea de los controladores españoles se hizo notar en los aeropuertos de Zaventem y Charleroi. Ryanair anuló todos sus vuelos a Bélgica y hacia España". Por último, La libre Belgique resaltaba: "Miles de pasajeros bloqueados pasaron la noche en los aeropuertos, sobre todo en Barajas, donde sólo algunos vuelos trasantlánticos pudieron aterrizar desde la víspera. Muchos de ellos contaban que no recibieron ninguna información sobre su vuelo".
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