La extinción de los dinosaurios tuvo dos efectos importantes. Por un lado, su desaparición conllevó que los mamíferos se convirtieran en los grandes dominadores de la Tierra en detrimento de los reptiles. Y, por otra parte, implicó el rápido crecimiento de los nuevos 'propietarios' del planeta. Así lo confirmó un estudio publicado por la revista Science, en el que se reveló que el ecosistema pudo reajustarse con relativa rapidez tras la extinción de los saurios. De hecho, si los dinosaurios desaparecieron hace 65 millones de años, bastaron sólo 25 millones de años para que los mamíferos de grandes dimensiones ocuparan el espacio dejado por los anteriores -pasando de un peso máximo de 10 kilos hasta las 17 toneladas-.
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