Últimamente se ha puesto de moda en muchas ruedas de prensa de los políticos el no responder a las preguntas de los periodistas. Es decir, estos tipos que manejan nuestro dinero y elaboran nuestras leyes, se plantan delante de un estrado y lanzan a los informadores un discurso milimétricamente pensado. Y si el comunicador quiere hacer alguna cuestión, si quiere incidir en algún aspecto relevante; todo tiene que pasar antes por esos malditos gabinetes de comunicación, que ralentizan y enclaustran las respuestas. ¡Claro! Después pasa lo que pasa. Que los políticos se malacostumbran y son incapaces de gestionar adecuadamente las entrevistas. Ese fue el caso concreto que le ocurrió a un socialista portugués, Ricardo Rodrigues, que terminó marchándose apresuradamente de una entrevista y robando las grabadoras de los periodistas, según cuentan los propios informadores. De hecho, en este vídeo se puede ver perfectamente como se marcha del lugar con ellas.
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