
El PP ya se le insinúa, siendo imposible un pacto con los socialistas. Juega UPyD el próximo 25 de marzo con las cartas marcadas; con muy poco que perder y mucho que ganar. Aunque el filo de la navaja ronda cerca, porque el poder provoca grandes incendios hasta en pleno mar. Darle la mano a los populares implica renunciar a los principios federalistas y tendentes a la izquierda que definieron al partido en sus primeros andares; no hacerlo, supondría que el PSOE continuaría al frente de la Junta. Algo inconcebible para una formación perfilada desde la oposición a todos, a unos y otros. Esa disyuntiva definirá su posicionamiento tras los comicios andaluces. En abril, con la llegada de la lluvias -aguas mil-, veremos si le puede más sus ansias de poder o su aversión al bipartidismo.
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