Arranca la carrera por ocupar los despachos del sevillano Palacio de San Telmo. Desde hoy, faltan exactamente 60 días [contando la jornada de la votación] para las elecciones autonómicas. Y los políticos andaluces se preparan en el punto de salida. Será una carrera de fondo, intensa y apasionante. Básicamente, porque dos partidos minoritarios (UPyD e IU) podrían entregar las llaves de la Junta a populares o socialistas; puesto que, visto ahora, con encuestas recién publicadas, la mayoría absoluta queda muy lejos del PSOE y a pocos escaños del PP.
Y el pistoletazo de salida deja una caída brutal, gravísima e incomprensible del candidato José Antonio Griñán. En el parlamento regional, el actual presidente de la Comunidad cifró en el 1,4% el déficit de Andalucía. Sólo 24 horas después, la consejera de Hacienda le tiró -metofóricamente- el libreto de los datos a la cara. Martínez Aguayo apuntó que "va a estar en torno a la media nacional, sobre el 3%".
Con todo esto, los andaluces se preparan para dos meses de acusaciones cruzadas y de continuas referencias a corruptos de uno y otro lado. Por nuestra parte, la de los medios, ya lustramos las zapatillas de deporte para acudir a inauguraciones incomprensibles, para asistir a mítines populistas -donde se escucha lo mismo una y otra vez- y dar la mano a políticos que, tras el 25 de marzo, decidirán limitar sus conversaciones contigo. Es la magia de las urnas. Es la potagia de los comicios.
P. D.: Copio a @juanlarzabal su idea de escribir durante estos dos meses un post diario sobre las autonómicas. Es una tarea que me propongo cumplir, aunque desconozco si lo conseguiré. En total, 60 entradas en 60 jornadas. Pido perdón si no lo logro. Compréndanme, a veces la política no da más de sí.
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