Poco dados al cambio, en Sevilla la construcción del Parasol de La Encarnación -bautizado popularmente como "Las setas"- generó una intensísima polémica. Discusiones y enfrentamientos en todos los ámbitos, desde el político a la barra del bar. Todo el mundo tiene su opinión, buena o mala; aunque mayoritariamente predomina la segunda. Será por llevar la contraria, pero a mí me gustan y me parece que en un futuro se convertirán en uno de los símbolos de la ciudad y en uno de los grandes atractivos turísticos de la capital hispalense. En pleno centro, en contraste radical con la arquitectura aledaña; un elemento moderno, atrevido, excéntrico, delicisiosamente desproporcionado. Comprendo, evidentemente, los argumentos de sus opositores, pero no los comparto. Aquí un excelente análisis de Juan Carlos Blanco, de El Correo de Andalucía.
Fuente Fotografía: Asuntos Propios
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