viernes, 12 de octubre de 2012

La Seminci desnorta a Valladolid

Pongamos que un alcalde español se levanta un buen día, desayuna sus tostadas con jamón y aceite, lee sus diarios nacionales y regionales, acude como cada jornada al WC; y, por último, se le enciende la bombillita: decide cobrar a los periodistas por asistir a las ruedas de prensa que ofrezca como primer edil. Así lo argumentaría: "Hombre, con la crisis que está cayendo y lo vacías que se encuentran las arcas municipales, supone una importante fuente de ingresos para la ciudad y, al fin y al cabo, estos medios de comunicación están obteniendo un beneficio económico". Pues bien, traslademos ese populismo y ese oportunismo hasta la villa de Pucela.

La Semana Internacional de Cine de Valladolid (Seminci) anunció que cobrará 30 euros a cada periodista que acuda a la muestra, a pesar de que asista en representación de su medio y con el objetivo de cubrir el evento. La Asociación de la Prensa ya ha hablado: "Es un ataque a uno de los principios básicos del periodismo, el derecho a un acceso libre a la información". Y no sólo eso. Este Festival del séptimo arte no sería nada sin la prensa, que facilitó su difusión en España y en el extranjero.

De hecho, esta iniciativa conllevan muchas preguntas. ¿Qué ocurriría si cualquier medio de comunicación decidiera cobrar una tasa de 20 euros a la propia Seminci por dar difusión a sus actos? ¿Qué ocurriría si los diarios decidieran cobrar 20 euros por una entrevista a cada miembro del Seminci? Pues, básicamente, que el Periodismo quedaría prostituido y sometido a los intereses económicos, que pasaría a llamarse propaganda y publicidad. Pues bien, si ahora en esta muestra prima el beneficio económico, se me ocurre otra pregunta: ¿La Seminci devolverá el dinero a cada espectador si la película que acude a ver al festival termina siendo un aténtico mojón?

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