miércoles, 1 de agosto de 2012

La imagen más hermosa de los JJOO

Las luces apagadas, el silencio latente y las lágrimas en los ojos. Así, cual guerrera hundida por la desidia y la desesperanza, Shin a Lam afrontó la injusticia. Por muchos éxitos que se sucedan estos Juegos Olímpicos; por muchos récords que se batan y medallas que se besen; la imagen de esta deportista será la más hermosa de Londres 2012. Hundida, sentada en el tatami, pensativa, amargada por lo que pudo ser y no fue, por lo que le arrebataron, por ese eterno segundo que no terminaba y que los árbitros se empeñaban en alargar. Por ese infinito tiempo.


Una instantánea dolorosamente hermosa. Porque, quizás, parte de la belleza de la competición y del deporte se encuentre en la propia derrota. En los errores propios y ajenos. En el aprendizaje. En la huida. En las lágrimas. En la historia que puede llegar a esconder una estocada. En cómo se pasa de la gloria a la decepción, de los laureles del César al averno. Y Shin a Lam lo averiguó de la forma más cruel. Y después quisieron arreglarlo con una mísera medalla de consolación, que acentúa aún más el dolor. Porque, si nadie quiere colgar en su pared sus propios fracasos, menos aún los de los otros: los de los árbitros.

1 comentario:

  1. tambien hay belleza en el dolor, bien pensado, y estaimagen queda para la historia.

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