Hay quien habla de interconectividad, de comunicación instantánea, de revolución de medios en la era digital, de superación de la tecnología 2.0. Pues bien, yendo a lo inmediato, Twitter sirve básicamente para descojonarse. Para reirse de los personajes públicos, aquellos que antes aparecían como dioses intocables y que ahora se someten a la dictadura del populismo virtual. Y el Rey, el pobrecito Juan Carlos I, va camino de convertirse en el personaje más pariodado de este año. Los capítulos comienzan a acumularse en su biografía tuitera. Lo último, su caída durante su visita al Estado Mayor. Un incidente que tuvo inmediata repercusión en dicha red social. Aquí los comentarios más ingeniosos y divertidos que encontré:
El deporte y los Juegos Olímpicos centran la inspiración del personal:
La música también encuentra, por supuesto, su hueco:
La actualidad y la política no podían faltar a la cita:
Y la religión y la simple ironía para terminar:
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